Me doy cuenta que empecé a escribir aquí y no he tenido tiempo de hacerle seguimiento, copia ahora un texo que preparé para el boletín de la Primera Iglesia E Bautista de Madrid y se publicó en mayo de 2010.
Isaías 43
16 Así dice Jehová,
el que abre camino en el mar
y senda en las aguas impetuosas;
17 el que saca carro y caballo,
ejército y fuerza;
caen juntamente para no levantarse;
se extinguen, como pábilo son apagados.
18 No os acordéis de las cosas pasadas
ni traigáis a la memoria las cosas antiguas.
19 He aquí que yo hago cosa nueva;
pronto saldrá a luz, ¿no la conoceréis?
Otra vez abriré camino en el desierto
y ríos en la tierra estéril.
20 Las fieras del campo me honrarán,
los chacales y los pollos del avestruz;
porque daré aguas en el desierto,
ríos en la tierra estéril,
para que beba mi pueblo, mi escogido.
21 Este pueblo he creado para mí;
mis alabanzas publicará.
Como siempre dentro del texto bíblico hay un mensaje de esperanza, si te sientes pueblo creado la promesa es clara: ríos en la tierra estéril, y por muchas aguas impetuosas él siempre termina abriendo la senda; hasta aquí todo bien, pero ¿a quien no le crea preocupación el versículo 18? No os acordéis de las cosas pasadas, ni traigáis a la memoria las cosas antiguas. Con todo respeto a las mis queridas y enraizadas tradiciones ¿Esto no será el soporte que nos tire de una vez el socorrido e inamovible argumento de: “siempre se hizo así”? ¿no será una llamada a conocer la cosa nueva que pronto saldrá a la luz? ¿O nos extinguiremos como pábilo? Creo que prefiero el riesgo de colaborar en la cosa nueva
¡Déjate nuevamente sorprender por Dios!
Raúl